Volver con calma, volver con ganas


Estos días he estado más en silencio por redes. No por falta de ganas, sino porque la vida me pedía presencia en otro lugar.
He estado trabajando como única enfermera en un servicio de urgencias para desplazados. Un trabajo intenso, físico y emocionalmente demandante, que me ha dejado con la energía justa para seguir respirando, comer algo caliente y, cuando podía, mover el cuerpo para no quedarme atrapada en el agotamiento.
Y en medio de todo eso, he sentido la necesidad de parar un poco. De no forzar contenido, de no exigirme más de lo que podía sostener. Porque a veces, parar es la única manera de seguir. Parar no es rendirse. Parar es escuchar(se), respetar(se), cuidar(se).
Vivimos en una sociedad que nos empuja constantemente a producir, a avanzar, a no quedarnos quietas. Pero qué importante es poder decir: "ahora necesito un descanso".
Para volver con más calma.
Para volver con ilusión.
Para que lo que venga después no nazca del agobio, sino de un deseo genuino de compartir, de estar presente y de construir desde el cuidado.
Agosto viene con un proyecto muy especial que estoy preparando con mucho cariño.
Pero antes de llenarme de palabras nuevas, necesitaba vaciarme un poco del ruido.
Si tú también estás en un momento en el que sientes que no puedes con todo: permítete parar.
No te estás quedando atrás. Te estás acompañando.
Seguimos, con nuevas ideas, nuevos aprendizajes y la misma esencia de siempre.
Catiana🍍